Kaiser-Friedrich-Therme. ALEMANIA.
Posted on 17:18 by Francisco Miranda
La ciudad alemana de Wiesbaden es todo un ejemplo de refinamiento arquitectónico y sus habitantes dicen que allí en vez de aire se respira champán. Las termas Kaiser Friedrich se encuentran justo en el cogollo de la ciudad, un poco escondidas y no son muy sencillas de encontrar porque la señalización es una auténtica chapuza, con lo que te lías para hallarlas y más vale llevar un GPS. Ojo porque aparcar cerca es carillo aunque hay un parking concertado que ofrece tarifas especiales. El edificio por fuera parece muy discreto pero por dentro ya es otra cosa.
La experiencia de este spa urbano con estilo imperial cuesta tres euros y medio por hora y con dos horas ya basta, puesto que no hay que excederse. La dirección de las termas recomienda el baño en pelota picada y no prohibe el bañador pero sí lo desaconseja. Como seguro que no me iban a denunciar, opté por el pudoroso traje de baño, más que nada porque me salía de las narices y punto. Por supuesto que los hay que te miran mal pero que les den morcilla. Si el lector no tiene inconveniente en despelotarse, es su elección.
Tras unos primeros minutos de desconcierto sintiéndome como un pulpo en un garaje entraron parejas de turistas que hacían lo mismo que yo y ya me encontré más agusto.
Las instalaciones son muy chulas, tanto como en la foto, pero el sitio es muy pequeño y está a tope de gente. Las aguas son hipertermales y adecuadas para reumatismos y problemas articulares. Ya los romanos disfrutaban aquí de baños a 67º y en 1913 las termas recuperaron su antiguo esplendor, con una reciente remodelación a finales del siglo XX.
Hay un plan recomendado para ir disfrutando del spa pero está únicamente en alemán, lo que es una pena. Por lo demás tienes que ir circulando con calma porque algunas salas se hallan atestadas.
Podemos descargar el folleto en inglés en esta dirección.
Me temo que este no es el típico spa para parejas, aunque se ven algunas.
La experiencia de este spa urbano con estilo imperial cuesta tres euros y medio por hora y con dos horas ya basta, puesto que no hay que excederse. La dirección de las termas recomienda el baño en pelota picada y no prohibe el bañador pero sí lo desaconseja. Como seguro que no me iban a denunciar, opté por el pudoroso traje de baño, más que nada porque me salía de las narices y punto. Por supuesto que los hay que te miran mal pero que les den morcilla. Si el lector no tiene inconveniente en despelotarse, es su elección.
Tras unos primeros minutos de desconcierto sintiéndome como un pulpo en un garaje entraron parejas de turistas que hacían lo mismo que yo y ya me encontré más agusto.
Las instalaciones son muy chulas, tanto como en la foto, pero el sitio es muy pequeño y está a tope de gente. Las aguas son hipertermales y adecuadas para reumatismos y problemas articulares. Ya los romanos disfrutaban aquí de baños a 67º y en 1913 las termas recuperaron su antiguo esplendor, con una reciente remodelación a finales del siglo XX.
Hay un plan recomendado para ir disfrutando del spa pero está únicamente en alemán, lo que es una pena. Por lo demás tienes que ir circulando con calma porque algunas salas se hallan atestadas.
Podemos descargar el folleto en inglés en esta dirección.
Me temo que este no es el típico spa para parejas, aunque se ven algunas.